Voz Rebelde
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Comando Edgar Sánchez. ¡Presente!
A los militantes tupacamaristas.
A nuestro pueblo.
A las organizaciones políticas y de solidaridad.

Al cumplirse el décimo aniversario de un desigual enfrentamiento entre
una unidad de fuerzas especiales del ejército popular tupacamarista y una
compañía reforzada de 140 efectivos militares apoyados por toda la
parafernalia de las fuerzas armadas, los militantes tupacamaristas
rendimos homenaje a nuestros 14 heroicos guerrilleros, quienes un 22 de
abril de 1997 con pundonor, coraje y altruismo humanista desplegaron sus
ideales de justicia y libertad, que cual inmensas alas de nuestros cóndores
los elevaron hasta el altar de la patria, entre los Héroes y Mártires, que
nuestro pueblo a ofrendado en su larga y tenaz lucha por la liberación, de
todas las formas de opresión y explotación, ayer colonial y neocolonial,
hoy imperialista y neoliberal.

Han transcurrido 10 largos años desde aquella tarde en que la cobardía e
insanía de un dictador segó con premeditación, alevosía, ventaja y
crueldad, la vida de nuestros hermanos de lucha, que desde la noche del 17
de diciembre de 1996 ocuparon la residencia del embajador japonés, para
mostrar al mundo el verdadero rostro de un modelo económico de
capitalismo salvaje: el neoliberalismo, que enriquecía aún más a un
reducido número de empresarios a costa de la extrema miseria de vastos
sectores de nuestro pueblo; denunciar además, el trato cruel, inhumano y
degradante al que se sometía a los presos políticos en las cárceles de
exterminio de la Base Naval del Callao, Yanamayo, santa Mónica, Canto
Grande y tantas otras prisiones especiales construidas a lo largo y ancho
del territorio peruano, para destruir física y sicológicamente a quienes
osaron oponerse al modelo neoliberal, modelo económico que se pretendió
imponernos desde 1975 bajo el régimen dictatorial del general Morales
Bermúdez, los "democráticos gobiernos" de Fernando Belaunde y Alan
garcía, para que finalmente en 1990, el recién electo Alberto Fujimori lo
aplicó con toda su magnitud y salvajismo, mediante el engaño y en alianza
con los sectores más retrógrados de las fuerzas armadas; con quienes
propiciarían un auto golpe militar en 1992, para dar paso a un régimen
cívico-militar dictatorial, que por el terror terminó por imponer el modelo
neoliberal, cumpliendo así los mandatos de los organismos
internacionales: garantizar la "paz social", la "flexibilidad laboral", otorgar
garantías fiscales a la inversión extranjera y "modernizar" el estado
peruano mediante la privatización de las empresas estatales para atraer a la
inversión privada.

La unidad del movimiento obrero y popular, sus heroicas jornadas de
lucha imposibilitaron por 15 años la aplicación del neoliberalismo y en
estas jornadas de lucha y resistencia al neoliberalismo se forjaron los
futuros combatientes tupacamaristas como Néstor Cerpa, Roly Rojas,
Eduardo Cruz y otros cientos de hermanos de lucha que se incorporaron al
Movimiento Revolucionario Túpac Amaru para llevar al terreno de la
práctica aquello que fue tema de permanente discusión entre las
organizaciones de izquierda peruana: La guerra de guerrillas y la lucha
armada como método para la toma del poder político para el proletariado.

Pero de un lado la política reformista de un sector de la izquierda y su
influencia en los sindicatos obreros y el extremo radicalismo y
fundamentalismo de sendero luminoso y de otro lado, la aplicación de
políticas represivas, las detenciones arbitrarias, las ejecuciones
extrajudiciales y el terrorismo de estado fueron debilitando al movimiento
obrero y popular, lo que junto al desprestigio de los políticos tradicionales,
crearon las condiciones favorables para el surgimiento de un "offside"
oportunista: Alberto Fujimori, quien pese a su propuesta electoral anti
neoliberal, lo aplicó con toda su brutalidad y salvajismo.

Tras el auto golpe cívico-militar del 5 de abril del 92, diseñado para
garantizar la total aplicación del neoliberalismo y acallar toda oposición a
este modelo económico, las violaciones al derecho laboral, al derecho
procesal y penal, así como a las normas y tratados internacionales en
materia de derechos humanos, económicos, civiles y políticos, fueron
eslabones de una larga cadena de múltiples como permanentes y
sistemáticas violaciones al derecho de nuestro pueblo a vivir en libertad y
dignidad.

Para "explicar", a la comunidad internacional, esta brutal represión y
violación de los Derechos humanos, el régimen dictatorial tomó como
pretexto el irracional accionar de los seguidores fundamentalistas del mal
llamado "presidente Gonzalo"; quienes, de manera conciente o
inconsciente, sirvieron a los objetivos políticos de la dictadura, que logró
que la asamblea de las Naciones Unidas emita una resolución de apoyo al
régimen dictatorial de Alberto Fujimori y de condena al "terrorismo de
sendero luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru".
Mientras que en el país, la dictadura implementó con la ayuda de
"destacados sociólogos" reciclados de la otrora
izquierda peruana, una política psicosocial que logró confundir y dividir a
nuestro pueblo, sobre la base del temor a ser acusado de apología de
terrorismo o de terrorista creando así una causal para la represión y una
"división" en el movimiento popular, supuestamente entre quienes estaban
por el terrorismo o la democracia.

Falsa dicotomía que no existía, pues el principio básico de la
"democracia", según sus defensores, es el de respetar la voluntad popular
en las urnas, voluntad popular que se había pronunciado contra el modelo
neoliberal que propugno abiertamente la derecha liderada por Vargas
Llosa en las elecciones presidenciales de 1990.

Este básico como elemental detalle que marca la ruptura del "principio
democrático", no fue apreciado o tomado en cuenta por la burguesía nativa
ligada a los intereses transnacionales ni por la banca internacional, en tanto
sus intereses económicos y las sobre ganancias que obtendrían de la sobre
explotación de nuestra fuerza laboral y del saqueo de nuestros recursos
naturales, eran más importantes que la defensa abstracta de una
democracia de la que ellos si disfrutaban.

Tampoco fue objeto de cuestionamiento por quienes so pretexto del
"deslinde con el "militarismo" y el terrorismo", se fueron insertando cada
vez más en la legalidad burguesa transitando por el cómodo camino de la
cooperación para fortalecer la "democracia"; estos sectores intelectuales de
izquierda reformista de la pequeña burguesía incapaces de forjar una
alternativa coherente y organizada distinta a la del movimiento guerrillero
o tan siquiera de debatir con argumentos objetivos y coherentes la
inviabilidad de esta opción de lucha, se alinearon con el régimen y
apostaron por la derrota militar de la guerrilla.
Así pues, el gobierno con la ayuda, conciente o inconsciente, de algunos
supuestos defensores de derechos humanos e izquierdistas, difundieron la
nefasta noticia de la existencia del "terrorismo" en nuestro país; con lo que
nuestro país pasó a ser conocido no sólo por haber sido cuna de una gran
civilización: el grandioso Tahuantinsuyo, sino sobre todo por la existencia
de ese terrible mal llamado "terrorismo".
Pero a pesar de la propaganda contra el "terrorismo", el mundo desconocía
que en la tierra de los antiguos Incas el "terrorismo" era una práctica del
estado peruano en contra de nuestro pueblo.

Fue la acción valerosa y decidida del Comando Edgar Sánchez, lo que
mostró al mundo, el verdadero rostro
y magnitud del "terrorismo" en el otrora país de los Incas.
Tras la primera sorpresa que significo la ocupación de la residencia
nipona, la prensa internacional se dedico a investigar a los llamados
"terroristas". Y la sorpresa, fue el descubrir que los terroristas estaban
entre los "defensores de la democracia y el estado de derecho".
Los "delincuentes terroristas" integraban las fuerzas armadas y policiales,
estaban entre aquellos que, so pretexto de combatir a la subversión y el
terrorismo, realizaban detenciones arbitrarias, torturaban y ejecutaban
extrajudicialmente a los opositores al modelo neoliberal. Los "delincuentes
terroristas", estaban entre quienes practicaban la política de tierra arrasada
y cometían actos de genocidio so pretexto de defender el estado de
derecho y la democracia, entre aquellos que apoyados y protegidos por las
fuerzas armadas y el gobierno conformaron escuadrones de la muerte
como el llamado: "Comando Lino Nájar" más conocido como el grupo
colina.

Gracias a esta acción político-militar, el mundo pudo conocer de la
existencia de cárceles inhumanas, que recordaban las construidas bajo el
régimen fascista de Adolfo Hitler. Cárceles que el fascismo implementó en
la vieja Europa para exterminar a sus enemigos. También por esta
acción el mundo supo de las secuelas del neoliberalismo: mortandad y
desnutrición infantil, miseria creciente y
carencia de empleo digno, así como el saqueo de los recursos naturales no
renovables, por parte de las empresas
transnacionales en detrimento del pueblo peruano.

Por eso, la solidaridad de hombres y mujeres progresistas y honestos del
mundo no se hizo esperar para con los rebeldes hijos de Túpac Amaru y
Micaela Bastidas y empezaron las movilizaciones por una salida pacifica
y negociada a lo que se había llamado "la crisis de la embajada".
Pero el Comando Edgar Sánchez, había puesto al descubierto el fracaso
del neoliberalismo, su carácter elitista, excluyente y discriminatorio. La
acción político-militar del Comando Edgar Sánchez constituyo una
bofetada a la arrogancia del dictador y sus amos imperialistas y su
culminación exitosa podría convertirse en un mal ejemplo para los pueblos
que luchaban por romper las cadenas que lo ataban al capitalismo y a su
modelo neoliberal, por eso, herido en su
orgullo, el dictador estaba sediento de sangre y en la medida que el
imperialismo no estaba dispuesto a permitir este "mal ejemplo", decidieron
exterminar los jóvenes y generosos cuerpos de nuestros 14 hermanos,
dignos hijos
de Túpac Amaru y Micaela Bastidas, que al igual que ellos, más de 200
años atrás, habían ofrendado sus generosas
vidas por preservar nuestra identidad cultural y conquistar la libertad de
nuestro pueblo.

Este brutal crimen de los 14 guerrilleros tupacamaristas, que fue tomado
como una victoria militar por la dictadura constituyo en lo político una
victoria pírrica que marcaría el inicio de la debacle de la dictadura; que
poco a poco fue acorralada por el pueblo, que le perdió el miedo y tras
movilizaciones que amenazaban constituirse en verdaderas insurrecciones
populares que ante la falta de una dirección política revolucionaria, fue
creando las condiciones para que el régimen dictatorial fujimorista fuera
desplazado de las esferas de poder por sectores burgueses " democráticos y
humanistas", en un intento de salvar el modelo neoliberal.

Pero el retorno al régimen democrático, no a significado mejoras en la
calidad de vida para nuestro pueblo en la medida en que el modelo
neoliberal sigue siendo aplicado por los gobiernos que han reemplazado al
fujimorismo.

El actual gobierno aprista, al igual que lo hizo el anterior gobierno, sigue
aplicando las políticas económicas diseñadas por el régimen dictatorial de
Alberto Fujimori.

Pero el actual gobierno, no sólo es un continuador de la política económica
neoliberal, también es un continuador de las Leyes fujimoristas y de la
mal llamada constitución política del 93, a pesar de haberse constatado,
que fue obra de un régimen dictatorial.
En cuanto al tema de la corrupción, puede que no llegue a los niveles
mafiosos del fujimorismo, pero no hay evidencias de que se esfuercen por
combatirlas; antes bien poco a poco van surgiendo evidencias de los
vínculos apristas con la mafia fujimorista.

En materia de derechos humanos, el gobierno aprista mantiene las leyes
"anti-terroristas" del fujimorismo, así como su sistema carcelario y las
cárceles militares para ciudadanos civiles, presos políticos cuyo único
delito es haberse rebelado contra la injusticia social y haberse enfrentado a
un régimen dictatorial; cárceles militares que constituyen una afrenta a la
conciencia y dignidad humana y una vergüenza para un gobierno que se
proclama democrático.

Dentro de estas omisiones y vejaciones al derecho a la justicia, esta la
impunidad con la que se pretende proteger a los
asesinos de nuestros hermanos del Comando Edgar Sánchez. Porque ya no
pueden ocultar que fue un vil y premeditado ¡¡asesinato!!!
Ya no pueden ocultar este homicidio, como no pudieron ocultar otros
crímenes y genocidios contra nuestro pueblo y por eso ahora buscan
proteger a los homicidas y sus cómplices con el manto de la impunidad,
pero no permitiremos que eso suceda.

La generosa sangre vertida por nuestros hermanos, clama justicia y no
descansaremos hasta que los criminales y cómplices de este bárbaro
asesinato, sean juzgados y sentenciados.

En esta fecha de recordación y homenaje a nuestros hermanos del
Comando Edgar Sánchez, la Dirección Nacional en representación de
nuestra militancia, nos reafirmamos en la inclaudicable decisión de
construir un Perú nuevo dentro de un mundo nuevo, hacer realidad los
sueños de justicia y libertad construyendo el socialismo peruano sin calco
ni copia, que será creación heroica de nuestro pueblo y militancia
tupacamarista.

El ejemplo de sacrificio, humanismo y dignidad en la lucha desplegadas
por el Comando Edgar Sánchez, son y serán motivos más que suficientes
para reafirmar la unidad política de nuestra organización revolucionaria y
junto a nuestro pueblo mantener siempre en
alto las banderas socialistas.

¡La paz, es hija de la justicia!.

¡Sin justicia, no habrá paz!!

¡Gloria y honor a nuestros hermanos del Comando Edgar Sánchez!!!!

Con su ejemplo... ¡venceremos!!!!

D.N.
Abril del 2007.
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